CONTRIBUCIÓN AL LIBRO BLANCO DE ATENCIÓN TEMPRANA

Prevención en Atención Temprana (en adelante AT), considerada como aquellas acciones que llevamos a cabo con el fin de evitar una situación desfavorable para el niñ@ que puede ser objeto de dificultades en su desarrollo, bien por condicionantes que pueden ser derivados de la propia gestación (cromosomopatías o síndromes), dificultades en su propio nacimiento (nacimientos prematuros, partos por cesárea, embarazos gemelares, asfixias perinatales…..etc) o bien en su propio desarrollo (dificultades que se pueden determinar en comparativa con su grupo nombre presentando variaciones en las siguientes áreas: lenguaje, motricidad, cognición, área social, emocional…).

Ante la concepción de una Atención Temprana universal debemos de partir del hecho de que cualquier niñ@ puede ser objeto de intervención en algún momento de su desarrollo. Esto conlleva indudablemente formación especializada, profesionales cualificados, equipos multidisciplinares e interrelación fluida en los ámbitos sanitarios, sociales, familiares y/o educativos.

Atención Temprana abarca disciplinas de diversa índole, respondiendo con eficacia en los diferentes momentos evolutivos del niñ@; de forma que se pueda llevar a cabo una evaluación diagnóstica adecuada y con las garantías que el proceso exige.

 

Si tenemos en cuenta los objetivos de la AT propuestas en el libro Blanco de la AT (2000:14)

  1. Reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto global del desarrollo del niño.
  2. Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del desarrollo del niño.
  3. Introducir los mecanismos necesarios de compensación, de eliminación de barreras y adaptación a necesidades específicas.
  4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o asociados producidos por un trastorno o situación de alto riesgo.
  5. Atender y cubrir las necesidades y demandas de la familia y el entorno en el que vive el niño.
  6. Considerar al niño como sujeto activo de la intervención.

A estos objetivos se les podría añadir los presentados en el Painne (2017)

  1. Detectar precozmente los factores de riesgo biológico, psicológico y sociofamiliar que pueden afectar el normal desarrollo del niño.
  2. Detectar tempranamente las señales de alerta o cualquier alteración en el desarrollo.
  3. Instaurar las medidas terapéuticas individualizadas que permitan obtener el máximo de sus competencias, y alcanzar el máximo nivel de desarrollo personal y de inclusión educativa y social.
  4. Obtener una mejora de su calidad de vida y la de su familia.
  5. Conseguir que estas actividades se realicen conforme a criterios de calidad en términos de efectividad, beneficio y satisfacción de las personas afectadas.

El concepto de prevención no podría sobrevivir sin la conexión estable entre la necesidad de diagnóstico y la garantía de las acciones de intervención sobre aquel al que van dirigidas sus acciones. Es por ello que, deben existir toda una serie de criterios de alarma determinados en cualquier fase del desarrollo, así como una serie de intervenciones tanto inter como transdisciplinares cuyo objetivo principal sea lograr el máximo desarrollo del individuo y la máxima plasticidad cerebral.

Estas acciones serán garante de una falta de actuaciones extraordinarias una vez finalizado este periodo, minimizarán, en su caso, los efectos que a priori su pronóstico determinaba.

Una Prevención Eficaz.

SISTEMA SANITARIO

La intervención desde los servicios de salud bien de carácter ambulatorio u hospitalario, desde el proceso de embarazo, son clave para una prevención eficaz.

El control desde el embarazo debe ser un primer indicador de las dificultades presentes, existiendo un análisis exhaustivo sobre el mismo proceso intrauterino como del entorno en el que va a desarrollarse.

Las labores preventivas serán las siguientes:

  • Determinación de malformaciones en el feto.
  • Existencia de una posible cromosomopatía o síndrome.
  • Crecimiento intrauterino adecuado.
  • Signos de alerta durante el embarazo que pudieran poner en peligro tanto la vida del feto como de la madre: preclamsia, malos hábitos de salud, actividades de riesgo, etc.
  • Análisis familiar con respecto al cuidado del nuevo miembro: detección de falta de estrategias, aceptación o rechazo, puesta en práctica de las orientaciones del embarazo, comprensión por parte familiar de las pruebas que deben realizarse a lo largo de este periodo…
  • Coordinacion entre obstetricia y médico de familia ante diferentes problemáticas que pueden aparecer durante la gestación en la madre.
  • Conocimiento del historial de salud de la madre que pudiera anticipar dificultades tanto a nivel pre -peri o postnatal.
  • Utilización de las pruebas e instrumentos de diagnosis de detección precoz que permitan determinar la posibilidad de una posible problemática.
  • Puesta en práctica del programa del Cribado Neonatal el cual es uno de los programas preventivo-asistenciales esenciales de Salud Pública.
  • Inclusión de aquellas pruebas aun no presentes o que han sido erradicadas del sistema sanitario durante el embarazo.
  • Utilización del calendario de vacunas con el fin de garantizar la erradicación de enfermedades no presentes ya en el sistema estatal.

SISTEMA FAMILIAR

La familia tiene un doble papel, son los encargados de garantizar un desarrollo adecuado del niñ@, establecer los primeros vínculos afectivos y velar por su bienestar. Al mismo tiempo necesitan de la orientación y personal de referencia para que este proceso se lleve a cabo de modo adecuado.

Factores a tener en cuenta:

  • Realizar un análisis familiar determinando cuales son las problemáticas de la familia, estilo educativo, hábitos…
  • Determinar cual es la imagen de niñ@ ideal presente en la familia.
  • Determinar la fase de duelo en la que se encuentran.
  • Recoger la información de la que disponen y determinar aquella de la que carecen.
  • Determinar cuáles son los recursos de los que disponen tanto personales, del sistema familiar extenso y de carácter social o comunitario.
  • Establecer las expectativas que presentan sobre el pronóstico del niñ@.
  • Realizar los análisis multifactoriales que presenta ese niñ@ que nos permita la mayor adaptabilidad a su sistema familiar así como a su entorno.

LOS CENTROS DE ATENCIÓN TEMPRANA.

Deben ser los encargados de realizar las labores de diagnosis e intervención. Asimismo, deberán de garantizar la coordinación con los diferentes agentes que intervienen con el niñ@ a nivel educativo, social y sanitario.

Las labores de prevención realizados desde este ámbito estarán destinadas a:

  • Establecer un diagnóstico integral que permita realizar un programa individualizado en las diferentes áreas de desarrollo que permita una evolución armónica.
  • Minimizar el impacto en el niñ@ con necesidades educativas especiales.
  • Garantizar la comunicación entre el sistema sanitario y educativo con el fin de que la información recibida sea utilizada a favor de las necesidades del niñ@ y su familia.
  • Establecer programas de intervención clínica y psicoeducativa familiar que garanticen un sistema estable y adaptativo.
  • Informar a la familia sobre las características, resultados diagnósticos y posible pronóstico del niñ@.
  • Realizar las labores de reeducación familiar con el fin de que la familia obtenga los recursos necesarios para ejercer los cuidados necesarios del niñ@.

SISTEMA EDUCATIVO

Desde el entorno educativo se prestarán labores preventivas del tipo:

  • Detectar precozmente aquellos casos que no quedaron identificados desde el sistema sanitario.
  • Dotar de los recursos necesarios al niñ@ con necesidades educativas especiales, con el fin de que adquiera los objetivos curriculares.
  • Informar a la familia sobre la adaptación, necesidades, los recursos disponibles y acciones que se van a llevar o se están llevando a cabo, para conseguir los objetivos curriculares.
  • En aquellos casos donde el niñ@ no pudiese llevar a cabo los objetivos curriculares, se realizarán todas aquellas labores precisas para conseguir la mayor adaptación de este al sistema escolar.
  • Garantizar que la inclusión sea lo más positiva posible no importando raza, sexo, religión, clase social y dificultades personales.

Sin lugar a duda el ámbito de sanidad, así como los centros de atención temprana serán los responsables de llevar a cabo las intervenciones médicas, clínicas y psicoeducativas. Su labor será establecer los diagnósticos y los programas de intervención que garanticen el desarrollo global del niñ@ y su familia, realizando las labores necesarias que optimicen la intervención multidisplinar o transdisciplinar que sea precisa. Del mismo modo, debe existir una correlación entre ambos subsistemas generando y respondiendo a las preguntas que, a través de un diagnóstico, permitan ajustar la ayuda ofrecida a las capacidades y posibilidades reales del niñ@.

En lo que se refiere al ámbito educativo, los procedimientos se realizarán a través de un screening y serán derivados a los centros especializados al respecto para recibir la ayuda necesaria, a través de los equipos de intervención o para la búsqueda de una determinación física que dé respuesta a las dificultades detectadas.

Las intervenciones en la escuela deben estar garantizadas por equipos multidisciplinares los cuales deben dotar al niñ@ de las estrategias necesarias para que la consecución de los objetivos curriculares sea posible.

Los servicios sociales deben ser el garante de que este sistema funcione, generando y dotando a cada individuo de la información y de los recursos necesarios para que el menor pueda recibir de la forma más rápida posible, la ayuda profesional que garantice su desarrollo óptimo. La derivación temprana prevendrá situaciones, hábitos y consecuencias que pudieran estar más enclavadas si se dilatan en el tiempo.

Como hemos apreciado existen diferentes subsistemas que deben de relacionarse e interaccionar desde la prevención en atención temprana. Su relación no es excluyente sino integral. Las relaciones no deben ser en sentido ascendente o descendente, sino en fluidez bidireccional. Esto garantizará el análisis de cada caso en todos los subsistemas, siendo determinadas en cada una de ellas las necesidades del niñ@ y de su familia. De esta forma, se optimizarán los recursos ya que es un sistema de información fluida y compartida por todos, haciendo que las intervenciones sean lo más ajustadas a la realidad de los pacientes.

Autoras:

Susana Alonso Ruesgas

Eva Rodríguez Diaz

 

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